miércoles, 13 de julio de 2011

LUIS GONZALES PALMA



Jorge Luis Borges comentó una vez que el artista solo crea una obra en su vida y tan solo le da diferentes nombres. Con sus motivos de dolor y tristeza, así como el uso de tonos sepia en los retratos, se hace evidente, a quien observa sus fotografías, que Luis González Palma parece seguir esta filosofía al pie de la letra.
Nacido en 1957 en Guatemala, Luis González Palma estudió arquitectura en la Universidad de San Carlos.

Su vocación para la fotografía comenzó como un pasatiempo; sin embargo, comenzó a aplicar ciertas técnicas que había aprendido en la arquitectura para retocar sus fotos; fue allí cuando descubrió que tenía algo especial entre las manos.
Presentó su primera exposición en 1989 y desde entonces ha mostrado sus obras en aproximadamente 60 exhibiciones. Sus fotografías se pueden apreciar en 30 museos alrededor del mundo, entre los cuales se encuentran el Museo de las Artes del Bronx (Estados Unidos), Instituto de Arte de Chicago (Estados Unidos), Museo de Berlín (Alemania), Museo de la Fotografía (Bélgica), Museo de Bellas Artes de Taipei (China), Casa de las Américas (Cuba), Centro de Arte Reina Sofía (España), entre otros.
Luis González Palma utiliza sombras, encuadres y filtros especiales para lograr un efecto que remonta al espectador a los primeros días de la fotografía. Este efecto lo refuerza con el uso de un tono sepia, que logra de una forma muy peculiar: primero barniza la impresión de la fotografía con petróleo, lo que le da el toque de envejecimiento.

Luego, remueve el petróleo de ciertas partes de la fotografía, regresándolas a su tono original, lo que ayuda a resaltar partes importantes de la composición. Finalmente, recubre las impresiones con un polvillo llamado pan de oro, que evoca el color sepia que tienen las fotografías tomadas hace decenas de años vistas en la actualidad. El resultado es un retrato moderno pero ancestral, bello pero melancólico.
 

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