miércoles, 13 de julio de 2011

Igor De Gandarias




Realizó estudios en el Conservatorio Nacional de Música y en el Departamento de Arte de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos. Becado por los programas Fulbright y P.R.A. de la OEA prosiguió estudios de posgrado en la Universidad Católica de América, Universidad de Maryland y Conservatorio Peabody en Estados Unidos, especializándose en composición y música electroacústica. Desde 1980 sus obras han sido presentadas internacionalmente habiendo sido ejecutadas, entre otras agrupaciones, por el Ensamble de Percusión de Fredonia (Nueva York), el Sexteto de alientos de la Universidad de Wesleyan (Illinois), Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, Orquesta Sinfónica de El Salvador, Orquesta de La Universidad Nacional (Costa Rica), Orquesta Sinfónica Nacional de Guatemala y pianistas de España, Cuba, Costa Rica y Guatemala.

Tres de sus composiciones fueron galardonadas en los Certámenes Centroamericanos “15 de Septiembre” de los años 1977, 1979 y 1984. Su producción electroacústica ha sido difundida en festivales de música contemporánea en ciudades como Londres, Madrid, París, Toronto, Iowa, Sao Paulo, Montevideo, México y San José, Costa Rica. La Feria Fantástica y Sinfonías del Trópico fueron premiadas en las ediciones 23 y 32 del Concurso Internacional de Música Electroacústica de Bourges, Francia, en 1996 y 2005.

Guarimba y Desde la infancia

Las dos obras de Gandarias que se presentan en el concierto de independencia fueron compuestas en Washington D.C., en 1994. Ambas muestran su interés por proyectar y magnificar en la orquesta, esencias musicales locales de raíz mestiza, reelaborando clisés de comportamiento de la música popular urbana guatemalteca. En Guarimba, los giros característicos de bajo alternado y hemiola rítmica que presenta el género marimbístico bailable conocido como Guarimba, son trasladados y elaborados orquestalmente en forma festiva bajo procesos de fragmentación, repetición, superposición y desplazamiento métrico y tímbrico. Dos marimbas funcionan como instrumentos obligados, conduciendo y generando acciones musicales que se prolongan y trasforman en la masa orquestal.

Desde la infancia emplea como materia prima distintos patrones de comportamiento rítmico, melódico y armónico propios de marchas procesionales ejecutadas por bandas durante las celebraciones de Semana Santa en Guatemala. Entre estos patrones sobresale el toque de redoblante, expuesto al principio por el mismo redoblante, como introducción al primer tema melódico que aparece en las cuerdas. Ese motivo es reexpuesto luego por el grupo completo de alientos y seguidamente por las cuerdas. La politonalidad de la parte central representa contrapuntísticamente la fusión de varias marchas que por momentos domina el ambiente procesional en las calles durante la celebración. Aquí lo constituyen dos motivos de carácter conclusivo, uno propio de los metales y el otro de las maderas.
El clímax presenta una superposición de esos materiales variados por aumentación y reducción, reexponiendo al final la frase melódica inicial con nuevos colores orquestales.



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